José Ortega y Gasset, conocido por su pensamiento sobre la vida, la cultura y la sociedad, también dejó importantes reflexiones sobre la tecnología. Aunque no dedicó obras completas a este tema, su visión filosófica sobre la relación entre el ser humano y su circunstancia nos ofrece herramientas para analizar el impacto de la tecnología en nuestras vidas.
La técnica como expresión de la vida
Para Ortega, la tecnología es una extensión de la técnica, entendida como la capacidad humana de modificar su entorno para satisfacer necesidades. En su obra Meditación de la técnica, explica que el ser humano, a diferencia de otros animales, no está condicionado por un entorno fijo. En cambio, construye su mundo mediante la técnica, que es, en esencia, una respuesta creativa a los desafíos de su circunstancia.
Ortega argumenta que la técnica no solo responde a necesidades básicas, sino que también refleja deseos más complejos, como el progreso y la comodidad. Este enfoque destaca cómo la tecnología es una expresión de nuestra libertad y capacidad para transformar el mundo.
El hombre técnico: Más allá de la supervivencia según Ortega y Gasset
Según Ortega, la técnica moderna ha transformado radicalmente la relación entre el ser humano y su entorno. En el pasado, las herramientas servían para suplir carencias inmediatas, como la alimentación o el refugio. Sin embargo, en la modernidad, la tecnología ha evolucionado hasta convertirse en un sistema autónomo que genera nuevas necesidades y redefine las prioridades humanas.
En este sentido, Ortega observa que el hombre técnico no solo vive para sobrevivir, sino que busca vivir mejor, alcanzando niveles de complejidad que van más allá de lo necesario. Esto plantea una pregunta clave: ¿estamos dominando la tecnología o permitiendo que ella nos domine a nosotros?
Tecnología y deshumanización
Ortega advertía sobre los riesgos de una sociedad tecnificada. En su obra La rebelión de las masas, analiza cómo la tecnología puede contribuir a una desconexión entre los individuos y su responsabilidad personal. La dependencia excesiva de las soluciones técnicas podría llevar a lo que él llama “el hombre masa”, una figura que adopta pasivamente los beneficios de la tecnología sin reflexionar sobre su origen o sus consecuencias.
Esto es especialmente relevante en la actualidad, donde tecnologías como la inteligencia artificial, las redes sociales y la automatización plantean dilemas éticos. La pregunta orteguiana sigue vigente: ¿Cómo podemos garantizar que la tecnología esté al servicio del desarrollo humano y no al revés?
Lecciones para el presente de Ortega y Gasset
Desde la perspectiva de Ortega y Gasset, la tecnología debe ser una herramienta que amplíe nuestras posibilidades sin alienarnos de nuestra esencia como seres humanos. Para lograrlo, es fundamental:
- Reflexionar sobre el uso de la tecnología: No asumirla como un hecho inevitable, sino como una elección consciente.
- Conservar el control humano: Evitar que los avances tecnológicos dicten las condiciones de nuestra vida sin cuestionarlos.
- Equilibrar progreso y ética: Garantizar que las innovaciones respeten valores fundamentales como la justicia, la sostenibilidad y la dignidad.
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