Si estás buscando una escapada en plena naturaleza asturiana, la cascada de Llames es un lugar que no puedes dejar de visitar. Se encuentra al final de un arroyo rodeado de un bosque de ribera que desemboca en la hermosa Ría de Villaviciosa.
Un paseo corto y fácil a medio camino entre Villaviciosa y Tazones te llevará a este oasis natural que es perfecto para refrescarte en un día caluroso o simplemente para relajarte en su ambiente tranquilo y sereno. Y si eres un amante de la naturaleza, ¡no te olvides de llevar tus prismáticos! La zona es un verdadero paraíso ornitológico y está en plena ruta migratoria de aves.
Además, si estás interesado en conocer un poco más de la historia de Asturias, la cascada de Llames es una parada obligatoria en el Camín Real de Carlos V. Esta ruta histórica de 11 kilómetros sigue los pasos del Emperador del Sacro Imperio Romano-Germánico en su visita a Asturias en 1517, y te llevará a través de hermosos paisajes y pintorescos pueblos hasta la impresionante cascada de Llames. No te pierdas esta oportunidad única de disfrutar de la naturaleza y la historia en un mismo lugar.
La cascada de Llames es una parada obligatoria para todos aquellos que hacen el Camín Real de Carlos V. Una ruta de 11 kilómetros de longitud que va de Tazones a Villaviciosa siguiendo el recorrido que hizo el Emperador del Sacro Imperio Romano-Germánico allá por 1517.
¿Dónde está la Cascada de Llames?
Si eres amante de la naturaleza, la cascada de Llames es un destino que no puedes dejar pasar. Ubicada en un rincón rural de Asturias, rodeada de la belleza natural de la Reserva Natural Parcial de la Ría de Villaviciosa, este lugar es un verdadero paraíso para los observadores de aves gracias a su valor ornitológico. No olvides llevar tus prismáticos para admirar la variedad de especies que se pueden avistar en la zona.
Pero la cascada de Llames no es lo único que hace de esta región un destino imperdible. La Comarca de la Sidra es famosa por sus cultivos de manzana y Villaviciosa es conocida como la Capital Manzanera Internacional. Si tienes la oportunidad, visita esta zona durante la temporada de floración de los manzanos, ¡es un espectáculo natural que te dejará sin aliento!
¿Cómo llegar?
Si prefieres llegar en tu propio vehículo, sigue estas instrucciones.
Partiendo desde Villaviciosa, toma la N-632 en dirección a Gijón y, poco después, toma el desvío a la derecha en dirección a Tazones y el Puntal (AS.256). Asegúrate de no desviarte en el siguiente cruce y sigue subiendo.
Después de un kilómetro, presta atención al desvío que encontrarás cerca de la parada de autobús junto al desvío a Bedriñana. Estaciona en el apartadero de gravilla a pocos metros del desvío y continúa a pie.
Sigue por la carretera general unos 100 metros más, pero ten cuidado porque no hay arcén. Pronto encontrarás una indicación de la ruta y una pista de tierra que te llevará hasta el acceso a la cascada.
Pero ten en cuenta que si visitas la cascada en época de lluvias, el camino de tierra puede convertirse en un auténtico barrizal y los surcos profundos que dejan los tractores requerirán de toda tu pericia para sortearlos. ¡Prepárate para una aventura emocionante!
La ruta de la Cascada de Llames.
El poste que indica el camino hacia la cascada de Llames se encuentra sobre un puente de piedra que cruza un arroyo. Para llegar a la cascada, es necesario caminar por un tramo de 80 metros que sigue el curso del río a través de un bosque de ribera. En el camino, se pueden apreciar varios pequeños saltos de agua que conducen al punto donde el Arroyo Llames se precipita desde una altura. Para llegar allí, debes cruzar el río por unas rocas, aunque hay una barandilla de madera, ten cuidado, especialmente si viajas con niños o animales.
Al continuar por el sendero, se desciende por unos escalones que se desvían ligeramente a la izquierda. Unos pasos más adelante se llega a una fuente fundada en 1924 que solía ser visitada por los residentes de Bedriñana y Samartín.
Mientras se baja por los escalones, es importante tener precaución debido a la presencia de barro y piedra suelta. Una vez abajo, a los pies de la cascada, se encuentra la muela de un antiguo molino harinero. Los saltos de agua del Arroyo Llames fueron utilizados para la molienda, y aún se puede ver el último molino en buen estado en la desembocadura, junto a la carretera VV-5. También en la desembocadura se encuentra El Llagarón, una casa que solía ser una carpintería y posteriormente se convirtió en un llagar de sidra.
En época de lluvias, es recomendable hacer esta ruta para apreciar los enormes helechos en su máximo esplendor. Junto a la cascada, se encuentra una especie de helecho tropical llamado Woodwardia Radicans, que está incluido en el catálogo de especies amenazadas de flora del Principado de Asturias y solo cuenta con unas pocas poblaciones conocidas.
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